domingo, 19 de agosto de 2012

La homilía de Betania: ENEMIGOS A TRES METROS DE LA CRUZ DE CRISTO

 

 

 

1.- Si el Señor Jesús hubiera estado enfrentado a unas elecciones, el mitin del evangelio de hoy sería la peor propaganda y le quitaría la mayoría absoluta y la minoría… Se quedaba a cero en las urnas. Porque hablarnos del amor a los enemigos, cuando hoy todos, y en todo el mundo tenemos, los recuerdos de los múltiples, y de diferente origen, atentados terroristas, la fórmula de Jesús es como para quedarse sin público. Y no nos dice que perdonemos, que ya es difícil, porque no es cristiano “perdono pero no olvido”, pero tampoco es cristiano “perdono, pero no amo”, porque el Señor dice “amar”.


Creo que a lo que más llegamos con dificultad es a prescindir de la persona enemiga, que es lo mismo que pensar que no existe, pero ya me diréis si uno que prescindiese de su madre o de su padre, y viviera como si no existieran, si los amaría. Y Jesús dice amar.


2.- Sólo un amor totalmente desinteresado puede amar así. Ninguna utilidad tuvo para Dios crear el mundo y a nosotros. No buscó su bien al enviar a su Hijo para que diera su vida por nosotros. Es totalmente un Dios que llueve sobre justos y pecadores y hace salir el sol sobre buenos y malos. Yo creo que lo que no sabemos nosotros es lo que es amor y mucho menos amor infinito.



3.-. Dios que es amor, no tiene enemigos por su parte. No puede tener enemigos porque el que declara que es enemigo de alguien ya se ha inficionado del odio que ese enemigo le tiene a él. Y un amor infinito de Dios no puede inficionarse con el odio. El que siente enemistad tiene que ser sincero y admitir que está lleno de odio, rencor y venganza. Y eso no cabe en Dios. Y como no cabe en nuestro Padre Dios, no debe caber en nosotros que tenemos los genes de Dios y somos en verdad hijos de Dios.


4.- Jesús nos mandó perdonar setenta veces siete, es decir, siempre… que es decirnos que en nuestro perdón nunca debe haber una última vez. Y sin embargo nuestro lenguaje está lleno de esos ultimátum hacia nuestros enemigos: “no aguanto más”, “me las vas a pagar”, “de esta no paso”, “se va a enterar”, “ya recibió su merecido”, es lenguaje del ojo por ojo y diente por diente, y así nos metemos en el espiral de odio, que siempre crea más odio. Se busca justicia por venganza y la venganza atrae más odio.


El Señor no nos pide que dejemos inmunes los delitos, ni mucho menos que convirtamos la ley en mera protección de los asesinos, como ya está ocurriendo. Lo que nos pide es que no añadamos leña al fuego, echando al odio nuevo odio hasta que la hoguera nos consuma a todos.


5.- Jesús murió en la cruz asesinado por sus enemigos. ¿Qué dijo Jesús de ellos? A Judas, en el Huerto de los Olivos le llamó “amigo”, “amigo a que has venido” Y en la cruz pide a su Padre: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”. No los llama malos, ni pecadores, les llama simplemente ignorantes.


En una frase de una película muy antigua se decía: “a trescientos metros de distancia el enemigo es un blanco a dar, a tres metros es un hombre”. Pues pongamos a nuestros enemigos a tres metros de la Cruz de Cristo y a esa distancia mi enemigo es hermano de sangre, de una misma sangre, la de Cristo que murió por él, por mí.

Por José María Maruri, SJ
Fuente: http://peregrinos-robertoyruth.blogspot.com.es/2011/02/la-homilia-de-betania-enemigos-tres.html

jueves, 2 de agosto de 2012

Quisiera adjuntar un comentario sobre Sant Paul del Camp.
Corría el año 900 y algo más, cuando los condes de Belloq donan esta iglesia en piedra a un monasterio por entonces extramuros, en Barcelona.
Este monasterio sufrió incontables invasiones, y finalmente fue abandonado. Almanzor tanbién anduvo cerca en sus correrías expansionistas. Siglos más tarde es retomado de su ocaso y hoy día esta reliquia de iglesia con un claustro pequeño y sin fuente (¿donde habrá ido a parar esta última?) es un remanso de paz en medio de la vorágine de una ciudad como la Condal.
Allí está la enorme tela de la Magdalena, allí quizá la Santa custodia viejos secretos anteriores al año 1000, donde el culto a Nuestra Señora María Madre de Dios comenzó a florecer.
Las tropas de soldados y voluntarios siempre en pie de guerra, necesitaban una Madona, una Madre que les consolara ante tanto dolor. ¿Qué mejor que la Madre de Nuestro Señor? Se cree que allí por este primer milenio arranca el culto a María tal y cual lo concebimos hoy en día.
Sant Paul del Camp está ligado a mis afectos y fantasías. Algún día podré sin dudas publicar La Desaparición del Donante Francés...allí emerge nuevamente el antiguo monasterio y su desaparecida fuente.
Ciertas veces me pregunto si no tengo raíces el la ciudad condal y si han sido mis abuelos solamente los que han nacido en España...
Un enorme triple abrazo templario a mis queridas hermanas de Sorortempli. Hacéis un magnífico trabajo.
Mary Su Sarlat,
Canciller PGA, Argentina.